Un 12 de diciembre de 1966, Pink Floyd dio su primer concierto en el icónico Royal Albert Hall de Londres, en beneficio de la organización Oxfam. Este evento marcó el inicio de una de las carreras más influyentes en la historia del rock, llevando su estilo psicodélico y experimental a una plataforma que los catapultaría al estrellato mundial. Desde ese día, la banda no dejó de innovar, convirtiéndose en leyendas del rock progresivo.