Su tercer álbum y uno de los mejores trabajos de McCartney tras los Beatles. Considerado un clásico, refleja una etapa complicada para la banda, ya que antes de grabarlo sufrieron la partida de dos integrantes, dejando a Paul, Linda y Denny Laine como únicos miembros.
El disco se grabó en Nigeria, donde enfrentaron varios retos: desde condiciones de estudio precarias hasta un asalto donde robaron demos y letras. A pesar de todo, Band on the Run alcanzó el número 1 en Billboard y produjo éxitos como Jet, Let Me Roll It y la canción principal. Hoy, sigue siendo un referente en los conciertos de McCartney y ha vendido más de siete millones de copias en todo el mundo.